viernes, 10 de enero de 2014

Creaciones literarias.

Las siguientes creaciones literarias, están dirigidas a alumnos de 4º de Primaria.


Creación en prosa.

Estrategia utilizada: Historia en primera persona.


Mi padre, el Señor Chirimoyo, me llamó Juana Chirimoya, aunque en la frutería me solían llamar Juanita Chirimoya. 

Toda mi vida he sido una chirimoya, antes de color verde brillante y bien ovalada, pero tengo que reconocer que últimamente he descuidado un poco la forma. Tras vivir en la frutería, viví, hasta hace no mucho, en el cesto de la fruta y me tronchaba de risa con la Pera Limonera y con la Manzana Reineta. Pero un día, todo cambió, a ellas las cogieron  y las bañaron con aceite de oliva y vinagre de Módena, que es la versión mulata del de vino, y a mí me metieron en un sitio oscuro y algo apestoso. Yo oía decir “¿Cómo tenemos en casa una chirimoya tan fea?, ¡Está vieja ya!” y otra voz que respondía “¡Tírala!”. Lo siguiente que oí fue ploff y plaff, y sentí algo gelatinoso y con olor a pollo, a pollo de varios días, todo hay que decirlo.

No sé cuánto tiempo pasé ahí, en esa oscuridad, pero la luz volvió por un momento, y con las mismas se marchó de nuevo... ¡Qué horror! No sabía si estaba volviendo a ser una pepita o si seguía siendo Juana, Juanita la chirimoya. La cosa es, que de repente, no podía casi respirar y sentí golpes en mi tripa y en la cabeza. Todo daba vueltas, creo que incluso me clavé una costilla de pollo. Alguien que estaba conmigo pero a quien no podía ver, gritó “¡Dejad de empujarme! ¿Dónde nos lleváis?”. Temí por mi vida, y pensé que todo se acababa ahí cuando alguien gritó “¡Agarraos que vienen turbulencias!” y caí al vacío… No recuerdo mucho más de aquel tenebroso día, salvo un golpe brusco y un espantoso dolor de cabeza.

“¡Ay, cáspitas!”, fue lo primero que dije cuando una avalancha de basura y escombros se precipitó sobre mí. Una voz familiar me preguntó “¿Estás bien Juanita Chirimoya?”. Al abrir los ojos, vi que era Naranja Mandarina, una mandarina de dos cabezas, única en su especie. La recordaba de aquel frutero donde compartimos risas. Ella se había ido de allí hacía mucho tiempo y muchas veces me había preguntado a mí misma “¿Dónde se habrán llevado a Naranja Mandarina?”, pues mira por donde, al mismo sitio al que acababa yo de llegar. Me explicó que estábamos en el País de las Cosas Siempre Útiles y Bonitas, aunque algunos seres extraños se empeñaban en llamarlo basurero. Ahora todo encajaba. Cuando yo vivía en el frutero, la bella pero mala, malísima Verde Lechuga, me gritaba desde su casa que estaba cerca de la mía “¡Juanita Chirimoya, eres fea, eres mu’ fea, te vas a ir por vieja y por fea!”.

Naranja Mandarina, me dio una vuelta por este nuevo país y vi que a Buzz Ligthyear le faltaba una pierna, pero que corría los cien metros lisos, que ahora Pepa Pig era Pepa Chorizos, pero seguía siendo la alegría de la fiesta y que Barbie, que había cogido unos cuantos kilos y que su pelo rubio ahora era gris, estaba más guapa que nunca. Miré a mi alrededor, y vi, que todos se encargaban de alguna tarea y que todos reían y que todos juntos y felices, se bebían la vida a sorbitos de champán.



Creación en verso.

* Estrategia utilizada: Acróstico.

Salta el marido de la rana
Al lado del charco
Posándose en nenúfares
O en ramas.


* Estrategia utilizada: Limerick.

Una vez un ratón
que compraba dientes
se subió a un camastro
y se encontró un piño
que le quitó a un niño.


* Sin estrategia.

Mi hermano tiene una novia que se llama Guaya
porque siempre está diciendo “Dame una para Guaya”
y mi madre ha cogido mucho cariño a Guaya
porque siempre está diciendo “Dame una para Guaya”.
a mi nadie me ha presentado a Guaya
por eso nunca he dicho “Dame una para Guaya”.



Creación dramática.

Estrategia utilizada: Cuento al revés.
Cuento utilizado: Caperucita Roja de Perrault.


Personajes: 
- Narrador
- Joven de la capucha roja
- Cachorro de lobo
- Abuela

NARRADOR: Érase una vez que se era, una joven terrateniente con capucha roja y escopeta fucsia. Su madre le mandó a cazar el almuerzo para su abuela, que yacía enferma en la cama. De camino a casa de su abuela, la joven de la capucha roja avisó un desvalido cachorro de lobo a lo lejos. Ésta asestó un tiro a presa tan fácil, quedando el cachorro malherido.

JOVEN DE LA CAPUCHA ROJA: ¡Vaya alegría me has dado! No hay mejor sabor que la carne tierna de lobo y tierno sigues, pues aún vives.

CACHORRO DE LOBO: Un poco de piedad, le suplico, joven cazadora. Por favor, busque una presa vieja y déjeme vivir unos años más, todavía no he disfrutado lo suficiente de la vida en el bosque.

JOVEN DE LA CAPUCHA ROJA: No te preocupes, todavía puedes disfrutar de la vida en el puchero de la abuela.

NARRADOR: La joven cogió a su presa y la llevó a casa de su abuelita. Como la abuela dormía enferma en la cama, la joven cazadora no perdió tiempo en golpear la puerta y entró con el almuerzo, directa a la cocina. Acto seguido, encendió el horno para preparar la comida. Mientras el horno se calentaba, la joven agarró las tijeras que su abuela tenía de su época de peluquera y empezó a esquilar al joven cachorro.
El calor del fuego despertó a la abuela, que se levantó y se dirigió a la cocina.

ABUELA: ¡Veo que me has traído la comida!

JOVEN DE LA CAPUCHA ROJA: Pues aquí tienes un joven lobezno, dispuesto a satisfacer tu hambre.

ABUELA: Déjame ver... ¡Qué veo aquí! ¡Pero qué brazos tan chicos tiene este lobo!

JOVEN DE LA CAPUCHA ROJA: Es para que no te dejes toda la dentadura al morder.

ABUELA: ¡Pero qué piernas tan pequeñas tiene este lobo!

JOVEN DE LA CAPUCHA ROJA: Es para que no se te escape tan fácilmente.

ABUELA: ¡Qué orejas tan pequeñas tiene!

JOVEN DE LA CAPUCHA ROJA: Mejor así abuela, porque la oreja es poco digestiva.

ABUELA: ¡Qué ojos tan pequeños tiene este lobo!

JOVEN DE LA CAPUCHA ROJA: ¿Para qué quieres sus ojos, si no se comen?

ABUELA: ¡Si todavía no ha echado los dientes!

JOVEN DE LA CAPUCHA ROJA: Así no te podrá atacar.

ABUELA: Pero nieta, ¿no sabes que soy la presidenta de la Protectora de Animales?

NARRADOR: Y diciendo estas palabras y garrote en mano, la abuela echó de su casa a tan salvaje nieta. Tiempo después, terminó un abrigo de ganchillo para que el desvalido lobo se protegiese del frío invierno mientras le volvía a crecer el pelo.

FIN.



Formato libro del acróstico.









6 comentarios:

  1. Sin duda has creado unos preciosos textos, textos para soñar, para imaginar... Es maravilloso descubrir como las historias más imposibles te hacen sonreír ante la imposibilidad que eso suceda, te hacen crear imagenes sugerentes en tu cabeza que acompañen al texto.
    Me ha encantado el marido de la rana, el texto me parece muy gracioso y muy bien conseguido escondiendo en sí una adivinanza y sus ilustraciones son preciosas. Creo que hubiera estado genial diferenciar la primera letra de cada página con un color distinto para dar más pistas sobre el extraordinario marido de la rana. Fenomenal Estela me ha encantado, eres la pera limonera!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Gracias Vero! Me alegro de que te haya gustado. Me apunto lo de la primera letra de distinto color ;)

      Eliminar
  2. Estupendos los textos y muy chulo el libro. Perfecto.

    ResponderEliminar
  3. Estela, una creación preciosa, ha quedado superbonito, seguro que a los niños les encanta. Si puedes tráetelo el próximo día en clase me encantaría verlo. El mío lo estoy haciendo con Laurita, que está disfrutando mucho con ello, y me gustaría prepararle uno como el tuyo. Le he enseñado las fotos y lo primero que me ha dicho ¡quiero uno de esos mami!

    ResponderEliminar
  4. ¡Qué bien que os lo tenéis que estar pasando Laurita y tú haciendo el libro! y ¡qué bien que a las dos os haya gustado el que he hecho! Te lo llevo a clase este viernes :D ¡Gracias Laura!

    ResponderEliminar
  5. ¡Me ha encantado la creación en prosa sobre Juanita Chirimoya! La de historias que se pueden hacer en primera persona, fantástica la elección. Y el librito no tiene desperdicio.Me ha parecido muy original y astuto hacer una única rana que salta de una página a otra; te ahorras hacer muchas y tiene sentido hacerlo así ya que la rana se desplaza a saltos y queda fantásticamente reflejado.

    ResponderEliminar